Nos encontrábamos el día sábado en una estación de servicio por la Sabatini, camino ruta 9, llegue ahí unos minutos antes de las 15hs, hora pactada, y los muchachos no venían, comencé a pensar que se habían olvidado de mi, o que le pifie de estación y me estaban esperando en algún otro lado, pero bueno luego de un mensajito de texto, confirmando que venían en camino, hasta ese momento no sabia con quienes me encontraría, ni tampoco que motos poseían, yo pensaba, por ahí estos locos tienen, terribles maquinones, y nunca los alcanzaría, pensaba viajar ultimo lejos, pero de pronto, aparecieron y ahí conocí a los personajes: Marcelo, con su Motomel Custom 150, Diego, Motomel Custom 200 y Manuel y su hijo el Chino, en una Gilera Custom 150, lindas motos, del gigante asiático, aunque ahí me di cuenta, que era mejor ir ultimo, al final por una cuestión obvia el que los dejo atrás a ellos fui yo, pero solo porque me aburría un poco ir a 80 o 90 Km. x hora, así que cada tanto me alejaba y los esperaba, así, llegamos a Villa Maria, ya en la ciudad, antes de llegar al camping, nos cruzamos con otros amigos de estos buenos muchachos, Jorge con otra Gilera Custom 150, muy bien equipada, hasta con cámara filmadora, prendida al manillar, y a otro pibe mas en una yamaha 7ymedio, si no me equivoco, de ahí nos fuimos al camping, donde conocí a Javier, Rebel 250, otro pibe que no recuerdo el nombre en una virago y otro mas en una shadow 750. descargamos los bártulos y a armar la carpa, que a pesar de que yo había llevado la mía para dos, armamos una que llevaba diego, una canadiense como para 5, que parecía que había pasado por la primera y la segunda guerra mundial, según el la tenia tirada en el patio y dormía el perro enzima, cosa que le creo, pero bueno, decidimos arriesgarnos a dormir ahí adentro, en fin una ves terminado de armar todo, largamos con el glorioso y único fernet Branca, asado, y así empezamos a conocernos todos un poco mejor, de esa forma descubriendo un grupo maravilloso de gente, con la cual compartir estos momentos. así que fernet viene fernet va, a todo esto viticus sonaba en el escenario, baile del caño, entre otras yerbas, premio y demás, nos fuimos a dormir, al otro día, levantarse con un poco de resaca y a desarmar todo, cargar los bártulos y salimos, alrededor del medio día, emprendiendo el viaje de regreso a Córdoba, así el hambre nos ataco, pero parando de pueblo en pueblo, nada abierto encontrábamos, hasta que se interpuso en nuestro camino como algo caído del cielo, LA FIESTA NACIONAL DEL SALAME DE ONCATIVO, salames ricos si los hay, siempre en disputa, con los de Colonia Caroya, pero la verdad yo no se con cual quedarme, son muy buenos los dos, en fin el evento se realizaba en un gran galpón en el que podías probar una gran cantidad de salames, así que entre dos o tres, nos compramos un salame, pan casero, y a comer, por dio, que rico que estaban esos embutidos, de primera, así tirados en el césped del predio, cervecita amiga con diego, con el que compartí el salame, JAJAJAJAJAJAJAJAJA, que feo suena, pero así fue.
Una ves satisfechos, seguimos viaje sin parar, hasta una estación en el arco de Córdoba, donde haríamos la parada de despedía, ya que cada uno tomaba su propio rumbo.
En síntesis, un excelente fin de semana, en un muy buen encuentro con alrededor de 1000 motos, así hice amigos nuevos que seguramente volveré a ver en otras salidas.
Que bueno poder compartir con gente totalmente desconocida que comparte los mismos gustos que uno, la ruta, el viento en la cara y por supuesto las motos.
Gracias a todos los que conocí en este viaje por la buena onda.
Algunas Fotitos:
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